Q= I^2 * R * t
Donde:
Q = Cantidad de calor, en Julios (J)
I = Intensidad de corriente eléctrica, en Amperios (A)
R = Resistencia del conductor, en ohmios (Ω)
t = Tiempo que dura el calentamiento, en Segundos.
Este calor debe ser menor o igual al que es capaz de disipar el conductor, ya que en caso contrario podría deteriorarse el aislante que protege eléctrica y mecánicamente el material conductor.
Intensidad máxima admisible, en amperios, para cables con conductores de aluminio en instalación enterrada